martes, 24 de febrero de 2015

150 Razones por las que Soy Católico. Presentando 300 evidencias bíblicas que favorecen al Catolicismo

150 Razones por las que Soy Católico. Presentando 300 evidencias bíblicas que favorecen al Catolicismo







































Razones por las que un protestante se hace Católico:



1. La Mejor:
Estoy convencido de que la Iglesia Católica se adhiere mucho más
íntimamente a toda la información bíblica, ofrece el único panorama
coherente de la historia del Cristianismo (como la Tradición Cristiana y
Apostólica) y que posee la más profunda y sublime moralidad,
espiritualidad, ética social y filosofía cristiana.

2. Razón
alternativa: Soy católico porque sinceramente creo que, por virtud de
tanta evidencia acumulativa, el Catolicismo es verdadero, y que la
Iglesia Católica es la Iglesia visible que Jesús divinamente estableció,
en la cuál ni los poderes del infierno podrán prevalecer (Mt 16:18),
por tanto, posee una autoridad a la cual, como obligación cristiana,
debo someterme.

3. Segunda
alternativa: Abandoné el Protestantismo porque estaba seriamente
defectuoso en su interpretación de la Biblia (como “sola fe” y muchas
otras doctrinas “católicas” –ver evidencias más abajo),
inconsistentemente selectivo en sus varias ideas de Tradiciones
católicas (como el Canon de la Biblia); era inadecuado en su
eclesiología, le faltaba un panorama sensible de historia cristiana
(como “Sola Escritura”), su relatividad moral (como en la contracepción,
divorcio), y antibíblicamente cismático, anarquista y relativista. No
creo que el Protestantismo sea tan malo sino que estos son algunos de
los defectos principales que eventualmente vi como algo fatal a la
“teoría” del Protestantismo, comparándolo con el Catolicismo. Todo
católico debe considerar como cristianos a todos los Protestantes
bautizados, nicenos y calcedonios.

4. El Catolicismo no está formalmente dividido ni es sectario (Jn 17:20-23; Rom 16:17; 1 Cor 1:10-13).

5. La unidad Católica hace que el Cristianismo y Jesús sean creíbles para el mundo (Jn 17:23).

6. A causa de su visión completamente cristiana y sobrenatural, el Catolicismo mitiga la secularización y el humanismo.

7. El Catolicismo evita el individualismo antibíblico que debilita a la comunidad cristiana (ver 1 Cor 12:25-26).

8. El Catolicismo evita el relativismo teológico por medio de la certitud dogmática.

9. El
Catolicismo evita la anarquía eclesiástica –uno simplemente no puede
brincarse de una denominación a otra cuando se lleva a cabo alguna
medida disciplinaria o censura.

10. El
Catolicismo formalmente (aunque, tristemente, no siempre en la práctica)
previene el relativismo teológico que conduce a las incertidumbres de
los laicos dentro del sistema Protestante

11. El
Catolicismo rechaza “La Iglesia de Estado”, lo que ha conducido a que
los gobiernos dominen el Cristianismo en lugar de que sea al revés.

12. Las
Iglesias de Estado Protestantes influyeron grandemente el inicio del
nacionalismo lo que vino a mitigar la igualdad universal y el
universalismo cristiano (como el Catolicismo)

13. El
Cristianismo católico unido (antes del siglo 16) no había sido invadido
por las trágicas guerras religiosas las que a su vez condujeron a la
“Iluminación” en donde el hombre rechazaba la hipocresía de las guerras
que se daban dentro del Cristianismo y decidieron en ser indiferentes a
la religión en vez de que la permitieran guiar sus vidas.

14. El
Catolicismo mantiene los elementos del misterio (religioso), lo
sobrenatural y sagrado que hay en el Cristianismo; por tanto, se opone a
sí mismo al secularismo donde el campo de lo religioso en la vida de
todos es grandemente limitado.

15. El
individualismo Protestante condujo a que el Cristianismo fuera algo
privado. A causa de ello el Cristianismo es respetado muy poco tanto en
la vida social como política dejando el “campo público” vacío de la
influencia cristiana.

16. La falsa
dicotomía secular “iglesia contra el mundo” ha conducido a ortodoxos
cristianos, en todas partes, a alejarse del campo político, dejando un
vacío que se llena de gente pagana, cínica, sin escrúpulos y sedientas
de poder. El Catolicismo ofrece un enmarque para dirigirse con
responsabilidad cívica al estado.

17. El
Protestantismo se inclina demasiado a tradiciones de hombres (cada
denominación proviene de la visión de un fundador. Tan pronto como dos o
más de éstos se contradicen entre sí, el error se hace necesariamente
presente).

18. Las
iglesias Protestantes, especialmente evangélicas, son frecuentemente
culpables de colocar muy alto a sus pastores. En efecto, cada pastor se
convierte en un “papa” en hasta ciertos grados (algunos son “súper
papas”). A causa de esto, las congregaciones evangélicas experimentan
muy frecuentemente una crisis o separación cuando el pastor se aleja de
allí lo que prueba que la filosofía de ellos está centrada en el hombre
en lugar de estar centrada en Dios.

19. Dado a
una falta de verdadera autoridad y de una estructura dogmática, el
Protestantismo está trágicamente vulnerable al espíritu de los tiempos y
a lo que está de moda en cuestiones morales.

20. El
Catolicismo retiene la sucesión apostólica, que es necesaria para
conocer cual es la verdadera Tradición apostólica cristiana. La sucesión
apostólica era el criterio para conocer la verdad cristiana que fue
usada por los primeros cristianos.

21. Muchos
Protestantes tienen una visión muy limitada de la historia cristiana en
general, especialmente de los años 313 (la conversión de Constantino) a
1517 (el arribo de Martín Lutero). Esta ignorancia y hostilidad hacia la
Tradición Católica conduce al relativismo teológico, al anticatolicismo
y a un constante e innecesario proceso de “reinventar la historia.”

22. Desde su
nacimiento, el Protestantismo era anticatólico y aún lo es hoy día
(especialmente el evangelicalismo). Obviamente esto no está bien y
tampoco es bíblico si el Catolicismo en efecto es cristiano (porque si
no lo es –lógicamente- tampoco lo es el Protestantismo que heredó del
Catolicismo el volumen de su teología). La Iglesia Católica, por otro
lado, no es antiprotestante.

23. La
Iglesia Católica acepta la autoridad de los grandes Concilios Ecuménicos
(ver, por ejemplo, Hechos 15) que definieron y desarrollaron la
doctrina cristiana (mucho de lo que el Protestantismo también acepta).

24. La
mayoría de los Protestantes no tienen obispos, un oficio cristiano que
es bíblico (1 Tim 3:1-2) y que ha existido desde el principio de la
historia y Tradición cristiana.

25. El
Protestantismo no tiene forma alguna de resolver asuntos doctrinales en
carácter definitivo. Lo mejor pueden hacer es que el Protestante
individual sólo puede hacer cuentas de cuántos eruditos Protestantes,
comentadores, etc., toman ésta o aquélla postura con relación a la
doctrina X, Y o Z. Entre ellos no existe ninguna tradición Protestante
unificada

26. El
Protestantismo apareció en 1517, en la historia del Cristianismo es algo
tardío, por tanto, no puede ser ninguna “restauración del Cristianismo
“puro” y “primitivo” ya que esto es excluido por el hecho de que es
absurdamente tardío en su aparición. El Cristianismo debe tener una
continuidad histórica o, de otra forma, no es Cristianismo. El
Protestantismo, hablando histórica y doctrinalmente, es un “parásito”
del Catolicismo.

27. La idea
Protestante de “la iglesia invisible” es también una novedad en la
historia del Cristianismo y ajena a la Biblia (Mt 5:14; 16:18), por
tanto, esta idea es falsa.

28. Cuando
los teólogos Protestantes se refieren al Cristianismo primitivo (como
cuando refutan a las “sectas”), ellos dicen “la Iglesia enseñó que...”
(ya que en ese entonces estaba unificada), pero cuando se refieren al
tiempo presente, ellos instintivamente e inconsistentemente evitan tal
terminología puesto que la autoridad universal para enseñar la doctrina
reside sólo en la Iglesia Católica.

29. La norma
Protestante de interpretación privada ha creado un medio social en
donde, por lo regular, “sectas” centradas en el ser humano como los
Testigos de Jehová, Mormones y Ciencia Cristiana han aparecido. La
mismísima idea de que uno puede “empezar” una iglesia es desde su centro
una idea Protestante.

30. La
carencia una autoridad definitiva de enseñanza cristiana (como el
Magisterio de la Iglesia Católica) en el Protestantismo hace que muchos
Protestantes individuales piensen que tienen una “línea de comunicación
abierta” con Dios sin importarles toda la Tradición e historia cristiana
de la exégesis bíblica (una mentalidad de “la Biblia, el Espíritu Santo
y yo”). Tal tipo de gente es, teológicamente, mal educada, incapaz de
aprender, les falta humildad y no tienen motivo alguno para hacer
presuntas declaraciones “infalibles” sobre la naturaleza del
Cristianismo.

31. Las
“técnicas” de evangelización” del evangelicalismo son frecuentemente
maniobras y manipulaciones; verdaderamente no son estas “técnicas”
derivadas de la Biblia. Algunas, hasta cierto grado, parecen lavados de
cerebro.

32. El
evangelio predicado por muchos evangélicos y ministros Protestantes es
uno que está mutilado y abreviado; es individualista placentero al oído.
Es, en efecto, una simple “seguranza contra el fuego” más bien que el
Evangelio bíblico proclamado por los Apóstoles.
33. El
evangelicalismo frecuentemente separa el profundo y transformador
arrepentimiento y discipulado radical de su mensaje del Evangelio.

34. La
ausencia en el Protestantismo de la idea del sometimiento a la autoridad
espiritual se ha estado infiltrando al campo cívico, donde las ideas de
“libertad”, “derechos” y “opciones” personales ahora predominan hasta
cierto grado que se ha desatendido la obligación cívica, vida
comunitaria y disciplina con una trágica negligencia para el daño de una
sociedad saludable.

35. El
Catolicismo mantiene el sentido de lo sagrado, lo sublime, lo santo y
hermoso en la espiritualidad. Se han preservado las ideas de altar y
“espacios sagrados” . Muchas iglesias Protestantes no son mas que
edificios estructurados como “salas de reuniones”, “gimnasios” o
“graneros”. La mayoría de los hogares Protestantes están más
estéticamente formados que sus propias iglesias. De la misma manera, los
Protestantes son frecuentemente “adictos a la mediocridad” en su
valoración al arte, música, arquitectura, drama, imaginación, etc.

36. El
Protestantismo ha descuidado grandemente el lugar de la liturgia en el
culto de adoración (con claras excepciones en el Anglicanismo y
Luteranismo). Esta es la forma que los cristianos han adorado a través
de los siglos y, por tanto, no puede ser fácilmente ignorado.

37. El
Protestantismo tiende en oponer materia y espíritu, favoreciendo a éste
último: sobre esto, es de alguna forma gnóstico o docético.

38. El
Catolicismo mantiene el principio de la Encarnación, donde Jesús toma
carne y eleva a la carne y materia a nuevos horizontes espirituales.

39. El
Protestantismo limita grandemente, o no cree, en el sacramentalismo, que
es, simplemente, la extensión del principio de la Encarnación y la
creencia de que la materia puede transmitir la gracia. Algunas sectas
(como los Bautistas y muchos Pentecostales) rechazan todos los
sacramentos.

40. La
excesiva desconfianza de los Protestantes respecto a la carne
(“carnalidad”) frecuentemente conduce a (en el evangelicalismo o
fundamentalismos) a un absurdo legalismo (prohibición de bailes,
bebidas, naipes, música "rock", etc.)

41. Muchos
Protestantes tienden en separar la vida en categorías; “espirituales” y
“carnales”, como si Dios no fuera Señor de todo en lo que hay vida. A
ellos se les olvida que todos los esfuerzos que no son pecadores son, a
final de cuentas, espirituales.

42. El
Protestantismo ha removido a la Eucaristía del centro y enfoque de los
servicios de adoración cristiano. Algunos Protestantes observan la
Eucaristía cada mes o cada tres meses. Esto va en contra de la Tradición
de la Iglesia Primitiva.

43. La
mayoría de los Protestantes consideran a la Eucaristía como un símbolo.
Esto es contrario a la Tradición Cristiana universal hasta el año 1517, y
la Biblia (Mt 26:26-8; Jn 6:47-63; 1 Cor 10:14-22; 11:23-30), que han
enseñado la Presencia Real (este es otro ejemplo de la antipatía a la
materia).

44.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo
tácitamente ha dejado de considerar al matrimonio como sacramento (Mt
19:4-5; 1 Cor 7:14,39; Ef 5:25-33).

45.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo ha
abolido el sacerdocio (Mt 18:18) y el sacramento de la ordenación (Hchs
6:6; 14:22; 1 Tim 4:14; 2 Tim 1:6).

46. El Catolicismo mantiene la enseñanza Paulina de la eficacia espiritual de un clero célibe (ver Mt 19:12, 1 Cor 7:8,27,32-3).

47.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo ha
rechazado el sacramento de la confirmación (Hchs 8:18, Heb 6:2-4).

48.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, muchos Protestantes
han negado el bautismo de infantes y de niños (Hchs 2:38-9; 16:15,33;
18:8; compare con 11:14; 1 Cor 1:16; Col 2:11-12). El Protestantismo se
encuentra dividido en cinco campos sobre la cuestión del Bautismo.

49.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, la gran mayoría de
Protestantes niegan la regeneración bautismal (ver Mc 16:16; Jn 3:5;
Hchs 2:38; 22:16; Rom 6:3-4; 1 Cor 6:11; Tito 3:5).

50.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, los Protestantes han
rechazado el sacramento de la unción de los enfermos (Extremaunción o
“últimos sacramentos”) (ver Mc 6:13; 1 Cor 12:9,30; Stgo 5:14-15).

51.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo
niega la indisolubilidad del matrimonio sacramental y permite el
divorcio (Gen 2:24; Mal 2:14-16; Mt 5:32; 19:6,9; Mc 10:11-12; Lc 16:18;
Rom 7:2-3; 1 Cor 7:10-14,39).

52.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo no
cree que la propagación es el propósito y beneficio principal del
matrimonio (no forma parte en los votos Protestantes como lo hace en los
votos del matrimonio católico) (Gen 1:28; 28:3, Salmo 107:38; 127:3-5).

53. El
Protestantismo aprueba la anticoncepción en desafío de la Tradición
Cristiana universal (Católica, Ortodoxa y Protestante) hasta 1930 –
cuando los Anglicanos empezaron a permitirla- y al hacer esto, también
desafían a la Biblia (Gen 38:8-10; 41:52; Ex 23:25-6; Lev 26:9; Dt 7:14;
Ruth 4:13; Lc 1:24-5). Hoy día, solamente el Catolicismo mantiene la
antigua Tradición contra la mentalidad “anticonceptiva”.

54.
Contrario a la Tradición Cristiana universal, hasta recientemente, (en
algún tiempo del año 1930), y contrario a la Biblia, el Protestantismo,
principalmente los liberales, ha aceptado el aborto como una opción
moral. (Ver Ex 20:13; Job 31:15; Salmo 139:13-16; Is 44:2; 49:5; Jer
1:5; 2:34; Lc 1:15,41; Rom 13:9-10).

55. El
Protestantismo (especialmente las denominaciones liberales) permiten
clero femenino (en el anglicanismo permiten mujeres obispos) lo que es
contrario a la Tradición Cristiana (incluyendo teología tradicional
Protestante) y contrario a la Biblia (Mt 10:1-4; 1 Tim 2:11-15; 3:1-12;
Tito 1:6).

56. Entre
más y más, el Protestantismo está formalmente y oficialmente
comprometiéndose con el feminismo radical que niega los lugares del
hombre y la mujer que la Biblia les da (Gen 2:18-23; 1 Cor 11:3-10) y
que ha sido mantenida por la Tradición Cristiana (con diferentes papeles
pero la misma dignidad)

57.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo
también está negando, con una frecuencia que aumenta cada ves más, el
señorío del esposo en el matrimonio que esto está basado en la Trinidad
(ver 1 Cor 11:3; Ef 5:22-33; Col 3:18-19; 1 Pedro 3:1-2). Esto también
está basado en una relación de igualdad (1 Cor 11:11-12; Gal 3:28; Ef
5:21).

58. El
Protestantismo liberal (principalmente entre los Anglicanos) ha ordenado
como pastores a homosexuales activos y ha bendecido sus “matrimonios”;
ha enseñado que la homosexualidad es meramente un estilo de vida
“alternativo” e involuntario. Esto es contrario a la Tradición Cristiana
universal tal y como lo enseña la Biblia (Gen 19:4-25; Rom 1:18-27; 1
Cor 6:9). El Catolicismo mantiene una firme moralidad tradicional.

59. El
Protestantismo liberal y el evangelicalismo, entre más y más, han
aceptado métodos “del alto criticismo” en la interpretación de la Biblia
que ha conducido a la tradicional reverencia Cristiana de la Escritura y
la rebaja al grado de un documento humano y falible en daño a su
esencia divina e infalible.

60. Muchos
Protestantes liberales han desechado muchas doctrinas fundamentales del
Cristianismo como la Encarnación, la Resurrección corporal de Cristo, la
Trinidad, Pecado Original, infierno, la existencia del diablo,
milagros, etc.

61.
Anteriormente los fundadores del Protestantismo negaron (y hoy los
Calvinistas niegan) la realidad del libre albedrío humano (el libro
favorito de Lutero era su propio libro titulado Bondage of the Will –
Esclavitud de la voluntad). Esto es contrario a la constante enseñanza
de la Biblia, Tradición Cristiana y al sentido común.

62. El
Protestantismo clásico tiene una visión deficiente respecto a la caída
del hombre (Pecado Original) creyendo que el resultado fue una “total
corrupción”. De acuerdo con Lutero, Zwinglio y Calvino, el ser humano
sólo podía hacer el mal y que no tenía libertad de voluntad para hacer
el bien, por tanto, ahora tiene una “naturaleza de pecado”. El
Catolicismo, por otro lado, cree que, en una forma misteriosa, el ser
humano coopera con la gracia de Dios que es lo que siempre precede toda
buena acción. En el Catolicismo, la naturaleza del hombre aún mantiene
mucho que tiene a bien, aunque está propenso a pecar (“concupiscencia”).

63. El
Protestantismo clásico, especialmente el Calvinismo, hace a Dios el
autor del mal. De acuerdo con esto, Dios supuestamente conduce al hombre
a que haga el mal y que viole sus preceptos sin que tenga la libertad
para evitarlo. Esto es blasfemo y convierte a Dios en un demonio.

64. Con lo
anterior (el hombre no tiene libre albedrío), en el protestantismo
clásico, y en la enseñanza Calvinista, Dios predestina al hombre a
condenarse en el infierno, sin que el hombre nada pueda hacer, sea
bueno, o sea malo.

65. El
Protestantismo clásico, y el Calvinismo, falsamente enseña que Jesús
murió sólo por los elegidos (los que van a ir al cielo).

66. Dado a
su falsa noción del Pecado Original, el Protestantismo clásico
(especialmente Lutero), y el Calvinismo, niegan la eficacia y la
capacidad de la razón humana para que hasta cierto grado conozca a Dios
(ambas partes están de acuerdo que la revelación y la gracia son también
necesarias), y que la razón se opone a Dios y a la fe; esto es
contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia (Mc 12:28; Lc 10:27; Jn
20:24-9; Hchs 1:3; 17:2,17,22-34; 19:8). Hoy día los mejores
apologistas Protestantes simplemente recurren a la heredad Católica de
Santo Tomás de Aquino, San Agustín y muchos otros grandes pensadores.

67. El
Protestantismo Pentecostal o carismático pone un gran énfasis en la
experiencia religiosa sin balancearla adecuadamente con la razón, la
Biblia y la Tradición (incluyendo la autoridad de la Iglesia para
pronunciar sobre la validez de “revelaciones privadas”)

68. Otros
Protestantes (muchos Bautistas por ejemplo) niegan que los dones
espirituales están hoy día presentes (supuestamente terminaron con los
Apóstoles).

69. El
Protestantismo tiene contradictorias ideas de lo que es el gobierno
eclesial, o eclesiología (episcopal, presbiterial, congregacional o
ninguna autoridad), por tanto es imposible la disciplina, la unidad y el
orden. Algunas sectas llegan a declarar que tienen “apóstoles” o
“profetas” entre ellos, con todos los abusos de la autoridad que resulta
de esto.

70. El
Protestantismo (esp. evangelicalismo) tiene una desmedida fascinación
por “el fin del mundo” y esto ha conducido a creaciones de antibíblicas
cronologías que predicen a dicho fin (Mt 24:30-44; 25:13; Lc 12:39-40)
creando, también, mucha tragedia humana entre aquellos que creen y se
adhieren a tales falsa profecías.

71. El gran
énfasis del evangelicalismo sobre el “inminente” fin del mundo ha
creado, con mucha frecuencia, una mentalidad de descuido, que ha
resultado dañoso para las sensibilidades sociales, políticas, éticas y
económicas de aquí en la tierra.

72. El
pensamiento Protestante tiene las características de ser "dichotomous,"
es decir, separa las ideas en campos más o menos exclusivos y mutuamente
hostiles, cuando que, de hecho, muchas de las bifurcaciones son más
bien complementarias que contradictorias. El Protestantismo adopta el
“tomas esto o lo otro” mientras que el Catolicismo “toma esto y lo
otro”. Siguen varios ejemplos:

73. El Protestantismo pone a la Palabra (Biblia, predicación) contra los sacramentos.

74. El Protestantismo acepta la devoción interior y está en contra de la Liturgia.

75. El Protestantismo opone culto espontáneo a oraciones formuladas.

76. El Protestantismo separa la Biblia de la Iglesia.

77. El Protestantismo crea una falsa dicotomía de Biblia contra Tradición.

78. El Protestantismo pone a la Tradición contra el Espíritu Santo.

79. El Protestantismo considera como contradictoria la autoridad eclesial y la libertad de conciencia.

80. El
Protestantismo (esp. Lutero) coloca al Antiguo Testamento en contra del
Nuevo Testamento aunque el mismo Jesús nunca hiciera esto (Mt 5:17-19;
Mc 7:8-11; Lc 24:27,44; Jn 5:45-47).

81. Sobre estas mismas bases, que no son bíblicas, el Protestantismo opone la ley a la gracia.

82. El Protestantismo crea una falsa separación entre el simbolismo y la realidad sacramental (por Ej., Bautismo, Eucaristía).

83. El Protestantismo separa lo individual de la comunidad Cristiana. (1 Cor 12:14-27).

84. El
Protestantismo confunde la veneración de los santos a la adoración de
Dios. La teología Católica no permite la adoración a los santos en
ninguna forma ya que está solamente dirigida a Dios. Se honra a los
santos, pero no se les adora, solo al Dios Creador se le debe de adorar.

85. La
antihistórica perspectiva de muchos Protestantes conduce a muchas
personas a pensar que el Espíritu Santo les está hablando, pero, en
efecto, El les había estado hablando a las multitudes de cristiano por
1500 años antes de que empezara el Protestantismo.

86. Fallas
en las ideologías originales Protestantes han conducido, en reacción, a
errores aún peores. Por ejemplo, la extrínseca justificación, ingeniada
para asegurar la predominación de la gracia, llegó a prohibir cualquier
señal exterior de su presencia (“fe contra obras”, "sola fide"). El
Calvinismo, con su cruel dios, desilusionó al hombre hasta el grado de
que se convirtieron en Unitarianos. Muchos fundadores de sectas de
origen reciente empezaron como calvinistas (Testigos de Jehová, Ciencia
Cristiana, etc.).

87. El
evangelicalismo está inescrituralmente obsesionado (típicamente en la
moda Norteamericana) con celebridades (tele evangelistas).

88. El
evangelicalismo está obsesionado con la falsa idea de que grandes
números en una congregación (o un rápido crecimiento) es señal de la
presencia de Dios en una forma especial; como si fuera Su bendición
excepcional. A ellos se les olvida que el Mormonismo también está
creciendo a grandes pasos. Dios nos llama a la fidelidad más bien que al
“éxito”; a la obediencia y no a estadísticas.

89. El evangelicalismo frecuentemente recalca el crecimiento de números más bien que el crecimiento individual de la fe.

90. El
evangelicalismo, en el presente, está obsesionado con auto-suficiencia,
auto-ayuda y, frecuentemente, con un patente egoísmo en lugar de la
tradicional predicación sobre el sacrificio, sufrimiento y servicio
Cristianos.

91. El
evangelicalismo tiene una truncada e insuficiente visión del lugar que
el sufrimiento tiene en la vida Cristiana. En vez de eso, están
floreciendo movimientos como “salud y riqueza” y “pídelo y tómalo”
dentro del Protestantismo pentecostal, lo cual tiene un panorama de
posesiones que no están en armonía ni con la Biblia ni con la Tradición
Cristiana.

92. El
evangelicalismo ha adoptado una perspectiva mundana que es, en muchas
formas, más capitalista que Cristiana. La riqueza y el logro personal se
busca más que la santidad, y es considerado como prueba del favor de
Dios, como con los Puritanos y el pensamiento secularizado que es puesto
encima de las enseñanzas de la Biblia y el Cristianismo.

93. El
evangelicalismo está cada vez más tolerando posturas izquierdistas
extremas que no están de acuerdo con la visión Cristiana, especialmente
en sus seminarios y escuelas.

94. El
evangelicalismo está cada vez más tolerando heterodoxia y liberalismo
teológicos hasta cierto grado que muchos líderes evangélicos se han
alarmado y, esto, predice un decline de normas heterodoxias.

95. Grupos
de “confesión positiva” en el evangelicalismo pentecostal han adoptado
una idea de Dios como una “bolsa cósmica” que está a la disposición de
los caprichos frívolos y deseos del momento. Esto niega la absoluta
soberanía y la libertad de Dios en no escuchar oraciones impropias
(Stgo. 4:3; 1 Jn 5:14).

96. Las
sectas arriba mencionadas con frecuencia enseñan que cualquiera, con
suficiente “fe” puede ser sanado, pero esto es contrario a la Tradición
Cristiana y a la Biblia (como, por ejemplo, el “aguijón a mi carne “ de
San Pablo”[1], que es considerado por muchos comentaristas Protestantes
como una enfermedad).

97. El
evangelicalismo, por sus propias auto-críticas, está terriblemente
infectado por el pragmatismo, la falsa idea filosófica de que “cualquier
cosa que funciona, es verdadera o correcta. El Evangelio, especialmente
en la televisión, es vendido de la misma manera que son vendidas las
hamburguesas de McDonalds; Rápido y en la comodidad de su hogar. La
tecnología, la mercadotecnia masiva y habilidades de relaciones públicas
han reemplazado grandemente el cuidado personal y pastoral para los
marginados, los irreligiosos y los que están alejados de la Iglesia.

98. En el
evangelicalismo el pecado es considerado, con mucha frecuencia, como un
fallo psicológico o una carencia de auto-estima, en lugar de que se
considere que verdaderamente es: una voluntaria rebelión contra Dios

99. El
Protestantismo, en todos los elementos esenciales, simplemente toma
“prestado” doctrinas de la Tradición Católica o, lo mismo, las
distorsiona. Todas las doctrinas que tanto los Católicos como los
Protestantes creen, son claramente de origen católico (Trinidad,
Nacimiento Virginal, Resurrección, Segunda Venida, Canon de la Biblia,
cielo, infierno, etc.) Aquéllas donde difiere el Protestantismo son
usualmente distorsiones de los predecesores Católicos, por ejemplo, el
Cuaquerismo es una variación del Pietismo católico. El Calvinismo es una
obsesión con la doctrina Católica de la soberanía de Dios pero tomada
más allá de lo que el Catolicismo ha enseñado (negación del libre
albedrío, corrupción total, doble predestinación, etc.) Las dicotomías
Protestantes, como fe contra las obras, provienen del nominalismo que
era, a sí mismo, una forma corrupta del Escolasticismo que nunca fue
dogmáticamente aprobado por la Iglesia Católica. Cualquier substancia o
verdad que esté presente en cada idea Protestante es siempre derivada
del Catolicismo, el cual es el cumplimiento de las más profundas y
mejores aspiraciones dentro del Protestantismo.

100. Una de
las bases fundamentales del Protestantismo es sola Scriptura- sólo la
Escritura, que ni es bíblica (ver abajo), ni histórica (pues no existía
antes del siglo 16), ni lógica.

101. La
Biblia no contiene toda la enseñanza de Jesús, o del Cristianismo como
muchos Protestantes creen (Mc 4:33; 6:34; Lc 24:15-16,25-27; Jn 16:12;
20:30; 21:25; Hchs 1:2-3).

102. Sola
Scriptura es un abuso de la Biblia ya que es un uso de la Biblia que es
contrario a su propio testimonio ya sea implícito o explícito y,
también, es un abuso contra la Tradición. Una lectura objetiva de la
Biblia conduce a uno a la Tradición y a la Iglesia Católica en vez de
que sea lo opuesto. La Biblia, de hecho, es en sí misma una innegable
Tradición Cristiana.

103. El NT
al principio ni fue escrito ni fue recibido como la Biblia sino que
sucedió gradualmente (los primeros Cristianos no pudieron haber creído
en sola Scriptura como lo hace el Protestantismo, al menos que se
refieran solamente al AT).

104. La
tradición no es una mala sección en la Biblia. La palabra griega
paradosis se refiere a algo que es transmitido de una persona a otra
(sea bueno o malo). De la Tradición buena (Cristiana) se habla en 1 Cor
11:2; 2 Tes 2:15, 3:6, y en Col 2:8. En esta última se contrasta con las
tradiciones de los hombres.

105. la
Tradición Cristiana, de acuerdo a la Biblia, puede ser oral o escrita (2
Tes 2:15; 2 Tim 1:13-14; 2:2). San Pablo no hace distinción cualitativa
entre las dos formas.

106. Las
frases “Palabra de Dios” o “Palabra del Señor” en Hechos y las epístolas
casi siempre se refieren a la predicación oral, no a la misma Biblia.
Mucho de la Biblia fue originalmente oral (por Ej., toda la enseñanza de
Cristo –pues El nada escribió- el sermón de San Pedro en el día de
Pentecostés, etc.)

107.
Contrario a muchas declaraciones Protestantes, Jesús no condenó todas
las tradiciones, tampoco San Pablo lo hizo. Es en Mt 15:3,6; Mt
7:8-9,13, donde el Señor condena únicamente la tradición corrupta de los
fariseos.

108. La
palabra griega paradidomi, o “entregar” la Tradición Apostólica ocurre
en Lc 1:1-2; Rom 6:17; 1 Cor 11:23; 15:3; 2 Pedro 2:21; Judas 3.
Paralambano, o "recibir” la Tradición Cristiana ocurre en 1 Cor 15:1-2;
Gal. 1:9,12; 1 Tes 2:13.

109. Los
conceptos de “Tradición,” “Evangelio,” “Palabra de Dios,” “doctrina,” y
“la Fe” son esencialmente sinónimos y todos son predominantemente
orales. Por ejemplo en las epístolas a los Tesalonicenses San Pablo usas
tres de estos conceptos intercambiablemente (2 Tes 2:15; 3:6; 1 Tes
2:9,13 (Cf. Gal 1:9; Hchs 8:14). Si Tradición es una mala palabra,
¡también lo es “evangelio” y “palabra de Dios”!

110. En 1
Tim 3:15, San Pablo coloca a la Iglesia sobre la Biblia como fundamento
de la verdad tal y como se hace en el Catolicismo.

111. El
“texto prueba” principal del Protestantismo para sola Scriptura, 2 Tim
3:16, fracasa ya que dice que la Biblia es útil, pero no suficiente,
para aprendizaje o justificación. El Catolicismo está de acuerdo que la
Biblia es admirable para estos propósitos, pero no en una forma
exclusiva como en el Protestantismo. También, cuando San Pablo aquí
habla de la “Escritura”, el NT todavía no existía (no existió por más de
300 años más) así que él sólo se estaba refiriendo al AT. Esto
significaría que el NT no era necesario como única regla de fe, ¡si es
que sola Scriptura es cierto y si fue supuestamente aludida en este
versículo!

112. Siendo
verdaderos los 11 factores de arriba, el Catolicismo mantiene que toda
su Tradición es consistente con la Biblia, aún donde la Biblia es
silenciosa o donde meramente es implícita en un tema. Para el
Catolicismo cada doctrina no tiene que ser encontrada principalmente en
la Biblia, pues esta es la postura Protestante de sola Scriptura. Por
otro lado, la mayoría de los teólogos Católicos declaran que todas las
doctrinas católicas pueden ser encontradas, de alguna forma, en la
Biblia, ya sea en forma de semilla o por derivación.

113. Como
han señalado eruditos evangélicos, una postura extrema de la doctrina de
sola Scriptura puede convertirse en “bibliolatría” ; una adoración de
la Biblia en lugar de a Dios quien es su Autor. Esta mentalidad es
parecida a la visión Musulmana de la Revelación, donde ningún elemento
para nada fue involucrado. La Sola Scriptura, correctamente entendida
desde una perspectiva Protestante más sofisticada, significa que la
Biblia es la autoridad final en el Cristianismo y no el registro de todo
lo que Dios ha dicho y hecho como muchos evangélicos creen.

114. El
Cristianismo es inevitable e intrínsicamente histórico. Todos los
eventos de Jesús (Encarnación, Crucifixión, Resurrección, Ascensión,
etc.) son históricos igualmente con la predicación de los Apóstoles- la
Tradición, entonces, es inevitable contrariamente a las numerosas
reclamaciones Protestantes que dicen que sola Scriptura aniquila a la
Tradición. Esto es cierto para grandes asuntos (eclesiología,
trinitariansimo, justificación) y pequeños asuntos (como los fondos
eclesiásticos, tipo de música en la Liturgia, la duración de sermones,
etc.) Cada negación de una tradición en particular incluye una
desviación (ya sea oculta o abierta) hacia la propia tradición
alternativa de uno (por ejemplo, si toda autoridad eclesial es
despreciada, aún la autonomía o “tradición" individualista tiene que ser
defendida, de alguna forma, como una perspectiva Cristiana).

115. Sola
Scriptura, literalmente, no puede ser verdadera ya que, prácticamente
hablando, para la mayoría de los Cristianos a través de la historia, no
podían tener una copia de la Biblia pues la imprenta no existió sino
hasta el siglo 15. La predicación y la Tradición oral, junto con otras
cosas como prácticas devocionales, días de guardar, arquitectura y arte
sagrado, fueron los principales transmisores del Evangelio por 1400
años. En todos estos siglos, sola Scriptura hubiera sido considerada
como un absurdo abstracto e imposibilidad.

116. El
Protestantismo dice que la Iglesia Católica ha “añadido a la Biblia.” La
Iglesia Católica responde que ella solamente ha extraído las
implicaciones de la Biblia (desarrollo de la doctrina), y que ha seguido
el entendimiento de la Iglesia primitiva y dice que el Protestantismo
ha “suprimido” largas porciones de la Biblia que sugieren posturas
católicas. Cada lado piensa que el otro no es bíblico, pero en
diferentes formas.

117. La Sola
Scriptura es el “talón de Aquiles” del Protestantismo. Mientras existan
múltiples interpretaciones, sola Scriptura no soluciona el problema de
la autoridad y certidumbre. Si la Biblia fuera tan clara y explícita en
el grado de que todos los Protestantes estuvieran de acuerdo por su
lectura con una disposición de aceptar y seguir sus enseñanzas, esto
sería una cosa, puesto que este no es el caso (la multiplicidad de
denominaciones lo demuestra), sola Scriptura es solo un sueño. Sobre lo
que los Protestantes están de acuerdo, es ¡que el Catolicismo es
erróneo! De todas las doctrinas Protestantes, la “claridad” de la Biblia
es seguramente la más absurda y demostrablemente falsa por el registro
histórico.

118. Visto
lo anterior de otra forma, tener una Biblia no hace que la
interpretación de uno sea infalible. La interpretación es tan inevitable
como la tradición. La Iglesia Católica, por tanto, es absolutamente
necesaria para poder hablar autoritativamente y prevenir confusión,
error y división.

119. El
Catolicismo no considera a la Biblia como obscura, misteriosa e
inaccesible sino que está vigilante para protegerla de toda exégesis
arbitraria y aberrante (2 Pedro 1:20, 3:16). Las mejores tradiciones
Protestantes buscan lo mismo, pero son inadecuadas e ineficientes ya que
se encuentran fragmentados entre sí.

120. El
Protestantismo tiene un gran problema con el Canon del NT. El proceso
para determinar los libros exactos que constituyen el NT duró hasta el
año 397 de nuestra era, cuando el Concilio de Cartago pronunció
infaliblemente que la Biblia no se “autentifica en sí misma”, como cree
el Protestantismo. Algunos Cristianos sinceros, devotos y con estudios
dudaron la canonicidad de algunos libros que hoy tenemos en la Biblia.
otras personas consideraban otros libros como Escritura pero no fueron
incluidos en el Canos. San Atanasio, en el año 367, fue el primero en
enumerar todos los 27 libros del NT como Escritura.

121. El
Concilio de Cartago, al decidir el Canon de toda la Biblia en el año
397, incluyó los llamados libros “apócrifos” que los Protestantes
sacaron de la Biblia. Antes del siglo 16 los Cristianos consideraban
esos libros como Escritura y ni siquiera estaban separados de los otros
libros, como hoy lo están en algunas Biblias Protestantes que los
incluyen. El Protestantismo acepta la autoridad de este Concilio para el
NT pero no la acepta para el AT. Es la misma forma que arbitraria o
selectivamente acepta o niega otros decretos conciliares.

122.
Contrario al mito Protestante y anticatólico, la Iglesia Católica
siempre ha tenido a la Biblia en alta estima, y nada ha suprimido de
ella (protestó contra algunas traducciones Protestantes, pero los
Protestantes en ocasiones han hecho lo mismo con versiones Católicas).
Esto es probado por el laborioso cuidado de monjes que protegían y
copiaban los manuscritos, y, también, por las constantes versiones
traducidas en lenguas vernáculas (en oposición a las falsedades de solo
Biblias en latín) entre otras evidencias indisputables e históricas. La
Biblia es un Libro Católico, y no importa qué tanto los Protestantes la
estudien y la proclamen peculiarmente como de ellos, ellos tienen que
reconocer que es a la Iglesia Católica que deberían de agradecer por
haber decidido el Canon y por haber preservado intacta la Biblia por
1400 años. ¿Cómo puede estar la Iglesia Católica “contra la Biblia”,
como dicen muchos anticatólicos, y al mismo tiempo preservándola y
honrándola por tantos años? El solo pensamiento es absurdo así como que
se refuta a sí mismo. Si el Catolicismo en realidad es tan malvado, como
los anticatólicos quieren que creamos, el Protestantismo debería de
formar su propia biblia en lugar de usar la que la Iglesia Católica ha
entregado.

123.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo
niega el Sacrificio de la Misa, (Gen 14:18; Salmo 110:4; Is 66:18,21;
Mal 1:11; Heb 7:24-5; 13:10; Ap 5:1-10/cf. 8:3; 13:8). El Catolicismo,
se tiene que recalcar, no cree que Jesús es sacrificado nuevamente en
cada Misa; más bien, cada Misa es una representación del único
Sacrificio en el Calvario, que trasciende al tiempo y al espacio como en
Ap 13:8.

124. El
Protestantismo no cree en el desarrollo de la doctrina, lo cual es
contrario a la Tradición Cristiana y en muchas implícitas indicaciones
en la Biblia. Siempre que la Biblia se refiere al conocimiento que
aumenta y a la madurez de individuos cristianos, una idea semejante al
desarrollo está allí presente. Aún más, muchas doctrinas se desarrollan n
la Biblia ante nuestros propios ojos (“revelación progresiva”). Algunos
ejemplos son la vida futura, la Trinidad, la aceptación de los
gentiles, etc. Doctrinas que el Protestantismo acepta completamente del
Catolicismo, como la Trinidad y el Canon de la Biblia, se desarrollaron
en el transcurso de la historia de los primeros tres siglos del
Cristianismo. Es ingenuo tratar de negar esto. La Iglesia es el “Cuerpo”
de Cristo, es un organismo vivo que crece y se desarrolla como todo
cuerpo con vida. La Iglesia no es una estatua que de vez en cuando tiene
que limpiarse como muchos Protestantes parece que así piensan.

125. El
Protestantismo separa justificación de la santificación, lo que es
contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia ( Mt 5:20; 7:20-24; Rom
2:7-13; 1 Cor 6:11; 1 Pedro 1:2).

126. El
Protestantismo opone la fe contra las obras (sola fide), pero este es un
rechazo de la Tradición Cristiana y la explícita enseñanza de la Biblia
(Mt 25:31-46; Lc 18:18-25; Jn 6:27-9; Gal 5:6; Ef 2:8-10; Fil 2:12-13;
3:10-14; 1 Tes 1:3; 2 Tes 1:11; Heb 5:9; Stgo 1:21-7; 2:14-16). Estos
textos también indican que la salvación es un proceso y no, como en el
Protestantismo, una evento instantáneo.

127. El
Protestantismo rechaza la Tradición Cristiana y enseñanza bíblica del
mérito, o recompensa, de nuestras buena obras llevadas a cabo por la fe
(Mt 16:27; Rom 2:6; 1 Cor 3:8-9; 1 Pedro 1:17; Ap 22:12).

128. La
doctrina Protestante de la justificación extrínseca, atribuida o
exterior contradice a la Tradición Cristiana y a la doctrina bíblica de
la justificación infusa, actual, interior y transformadora (que incluye
santificación): Salmo 51:2-10; 103:12; Jn 1:29; Rom 5:19; 2 Cor 5:17;
Heb 1:3; 1 Jn 1:7-9.

129. Muchos
Protestantes (especialmente Presbiterianos, Calvinistas y Bautistas)
Creen en la seguridad de salvación, o perseverancia de los santos (la
creencia de que uno no puede perder su “salvación,” supuestamente
obtenida en un tiempo determinado). Esto es contrario a la Tradición
Cristiana y a la Biblia: 1 Cor 9:27; Gal 4:9; 5:1,4; Col 1:22-3; 1 Tim
1:19-20; 4:1; 5:15; Heb 3:12-14; 6:4-6; 10:26,29,39; 12:14-15; 2 Pedro
2:15,20-21; Ap 2:4-5.

130.
Contrario al mito Protestante y anticatólico, la Iglesia Católica no
enseña que uno se salva por las obras aparte de la gracia precedente,
sino que enseña que las obras son inseparables como en Santiago
capítulos 1 y 2. Esta herejía de la cual la Iglesia Católica es
frecuentemente acusada fue condenada en el Segundo Concilio de Orange en
el año 529 d.C. la herejía es conocida como pelagianismo que enseña que
el hombre puede salvarse a sí mismo por medio de sus esfuerzos
naturales sin la necesaria gracia sobrenatural de Dios. Una doctrina más
moderada es el semipelagianismo que también fue condenado. Continuar en
acusar a la Iglesia Católica de esta herejía es una señal de
imparcialidad y una manifiesta ignorancia de teología, así como
ignorancia de la clara enseñanza del Concilio de Trento (1545-63) que
está al alcance de todos para ser estudiada. Sin embargo, el mito aún
sigue extrañamente persistiendo.

131.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, El Protestantismo casi
ha eliminado la práctica de la confesión a un sacerdote (o al menos a
un ministro o pastor) – ver Mt 16:19; 18:18; Jn 20:23.

132. el
Protestantismo no cree en la penitencia, o castigo temporal para el
pecado ya perdonado, y esto es contrario a la Tradición Cristiana y a la
Biblia, (ver, por ejemplo, Num 14:19-23; 2 Sam 12:13-14; 1 Cor
11:27-32; Heb 12:6-8).

133. El
Protestantismo tiene un concepto muy limitado de la mortificación de la
carne, o de sufrir con Cristo: Mt 10:38; 16:24: Rom 8:13,17; 1 Cor
12:24-6; Fil 3:10; 1 Pedro 4:1,13.

134. De la
misma manera, el Protestantismo ha perdido la doctrina del sufrimiento
redentor de los cristianos con Cristo para el bien de todos: Ex
32:30-32; Num 16:43-8; 25:6-13; 2 Cor 4:10; Col 1:24; 2 Tim 4:6.

135. El
Protestantismo ha rechazado la doctrina del purgatorio como consecuencia
de su falsa perspectiva de la justificación y penitencia, y esto lo
hace a pesar de la mucha evidencia que se encuentra en la Escritura: Is
4:4; 6:5-7; Miq 7:8-9; Mal 3:1-4; 2 Macabeos 12:39-45; Mt 5:25-6; 12:32;
Lc 16:19-31 (Cf. Ef 4:8-10; 1 Pedro 3:19-20); 1 Cor 3:11-15; 2 Cor
5:10; Ap 21:27.

136. El
Protestantismo ha rechazado (principalmente a causa de malos entendidos)
la doctrina Católica de las indulgencias, que es, simplemente, la
remisión que la Iglesia ofrece (apoyada en Mt 16:19; 18:18, and Jn
20:23) por las penas temporales del pecado (penitencia). Esto no es
diferente de lo que San Pablo hizo referente a un hermano que había
errado en la Iglesia de Corintio. San Pablo primero impuso una
penitencia sobre él (1 Cor 5:3-5), después remitió parte de esa
penitencia (una indulgencia) en 2 Cor 2:6-11. Sólo porque ciertos abusos
ocurrieron antes de la Rebelión Protestante (admitidos y corregidos por
la Iglesia Católica) no es motivo para deshacerse de una doctrina que
es bíblica. Pero es típico del Protestantismo en “quemar la casa en
lugar de limpiarla”; de “tirar al niño junto con el agua que lo bañó.”

137. En
oposición a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo
niega oraciones por los difuntos (ver Tobías 12:12; 2 Macabeos 12:39-45;
1 Cor 15:29; 2 Tim 1:16-18; estos son versículos que también tienen que
ver con el purgatorio ya que esas oraciones son para los santos que
allí están).

138. El
Protestantismo, sin base bíblica, rechaza la intercesión que por
nosotros hacen los santos que están en el cielo y la correspondiente
invocación de los santos por sus efectivas oraciones (Stgo 5:16). La
Tradición Cristiana y la Biblia, por otro lado, han mantenido esta
práctica: los santos en el cielo están conscientes de asuntos aquí en la
tierra (Mt 22:30 y compare con Lc 15:10 y 1 Cor 15:29; Heb 12:1), se
aparecen en la tierra e interactúan con el hombre (1 Sam 28:12-15; Mt
17:1-3, 27:50-53; Ap 11:3), y, por tanto, pueden interceder por nosotros
y nosotros podemos pedirles sus oraciones de la misma manera que
hacemos con los cristianos aquí en la tierra (2 Macabeos 15:14; Ap 5:8;
6:9-10).

139. Algunos
Protestantes, a pesar de la Tradición Cristiana y de la Biblia, no
creen en Ángeles Guardianes (Salmo 34:7; 91:11; Mt 18:10; Hchs 12:15;
Heb 1:14).

140.
Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, muchos Protestantes
niegan que los ángeles pueden interceder por nosotros (Ap 1:4; 5:8;
8:3-4).

141. A pesar
de la desarrollada Tradición Cristiana e indicaciones en la Biblia, el
Protestantismo rechaza la Inmaculada Concepción de María, vea Gen 3:15;
Lc 1:28 ( las palabras "llena de gracia” son interpretadas por los
Católicos, en bases linguísticas, como “sin pecado”; el Arca de la
Alianza es vista como una prefiguración, o tipo, de María (ver Lc 1:35 y
comparar con Ex 40:34-8; Lc 1:44 w/ 2 Sam 6:14-16; Lc 1:43 comparar con
2 Sam 6:9: la presencia de Dios requiere una extraordinaria santidad).

142. A pesar
de la desarrollada Tradición Cristiana e indicaciones en la Biblia, el
Protestantismo rechaza la Asunción de María: Si María, en efecto, estaba
sin pecado, ella no tendría que pasar por la putrefacción de la muerte
(Salmo 16:10; Gen 3:19). Eventos semejantes en la Biblia no hacen ni
improbable o “antibíblica” a la Asunción (como, por ejemplo, con Enoc:
ver Gen 5:24, comparar con Heb 11:5; con Elias: 2 Re 2:11; con Pablo: 2
Cor 12:2-4; comparar con la doctrina Protestante del “Rapto”, 1 Tes
4:15-17 y los santos resucitados: Mt 27:52-3).

143. Muchos
(¿casi todos?) Protestantes niegan la virginidad perpetua de María a
pesar de la Tradición Cristiana (incluyendo la unánime aceptación de los
fundadores Protestantes como Lutero, Calvino, Zwinglio, etc. Algunas
evidencias bíblicas apoyan esta doctrina y algunos Protestantes la
aceptan, pero esto es muy profundo para aquí tratar en forma breve.

144. El
Protestantismo niega la Maternidad Espiritual de María para los
cristianos, lo cual es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia
(Jn 19:26-7: "he ahí tu madre"; en Ap 12:1,5,17 los cristianos son
descritos com la “semilla” de ella). Los Católicos creen que María está
incomparablemente más viva que nosotros y, por tanto, las oraciones de
ella por nosotros son muy efectivas (Stgo 5:16; Ap 5:8; 6:9-10). Pero,
en nuestra condición de creaturas creadas por el Creador, María es
nuestra hermana. Ella nunca opera aparte de las gracias necesarias de
parte de su Hijo, y ella nunca se glorifica a sí misma sino a su Hijo
tal y como lo recalca la teología Católica.

145. El
Protestantismo rechaza el papado, a pesar de la profunda Tradición
Cristiana y la fuerte evidencia que la Biblia presenta sobre la
preeminencia de Pedro y la comisión de Jesús como la Roca de su Iglesia.
Nadie niega que Pedro fue, de alguna manera, un líder entre los
Apóstoles. El papado, tal y como lo conocemos, es derivado de esta
primacía: los siguientes textos, Mt 16:18-19; Lc 22:31-2; Jn 21:15-17
son los textos “papales” más directo. El nombre de Pedro aparece al
principio en todas las listas de los apóstoles, aún un ángel implica que
él es el líder de los Apóstoles (Mc 16:7), y él es aceptado como tal
(Hchs 2:37-8,41). Pedro obra el primer milagro del tiempo de la Iglesia
(Hchs 3:6-8), pronuncia la primer anatema (Hchs 5:2-11), resucita
muertos (Hchs 9:40), es el primero en recibir a los gentiles (Hchs
10:9-48), y su nombre es mencionado más que a ninguno de los otros
discípulos puestos por junto (191 veces). En la Biblia mucha evidencia
semejante puede ser encontrada.

146. Desde
el principio, la Iglesia de Roma y los Papas fueron cruciales par el
gobierno y dirección teológica y ortodoxia de la Iglesia Cristiana. Esto
es innegable. Todos los grupos históricos hoy considerados como
heréticos tanto por Protestantes como por Católicos fueron originalmente
juzgados como tales por Papas y/o Concilios Ecuménicos presididos y
ratificados por los Papas.

147. En su
desesperación por complementar algún tipo e continuidad histórica aparte
de la Iglesia Católica, el Protestantismo en ocasiones se esfuerza en
reclamar una línea de las sectas medievales como los Valdenses, Cataros y
Albigenses (y algunas veces a grupos anteriores como los Montanistas o
Donatistas). Sin embargo, este esfuerzo está condenado a fallar cuando
uno estudia profundamente lo que esas sectas creían. Ellos mantenían
mucha enseñanza Católica, anatema para los protestantes, o mantenían
ideas heréticas antitéticas a todo el Cristianismo (Católico,
Protestante u Ortodoxo), o ambos, haciendo de esta teoría Protestante
bien dudosa.

148. La
Iglesia Católica tiene la más sofisticada y cuidadosa filosofía
socio-económica y política Cristiana; una mixtura de elementos
“progresivos” y “conservativos distintos de la común retórica política y
maquiavelica que típicamenge dominan el campo político. El Catolicismo
tiene la mejor visión de la Iglesia con relación al Estado así como con
la cultura.

149. El
Catolicismo tiene la mejor filosofía Cristiana y perspectiva del mundo,
formada a través de siglos de reflexión y experiencia. Así como su
reflexión y desarrollo teológico, la Iglesia Católica es inefablemente
sabia y profunda y, hasta cierto grado, verdaderamente maravillosa e
indicativa del seguro sello divino. Justo antes de que me convirtiera al
Catolicismo, solía maravillarme en cómo la Iglesia Católica podía ser
tan correcta en muchas cosas. Yo estaba acostumbrado a pensar, como buen
evangélico, que la verdad siempre es una mezcla (por mí seleccionada)
de ideas que proceden de muchas denominaciones Protestantes así como del
Catolicismo y la Ortodoxia pero, que al mismo tiempo, ninguna tenía la
verdad completa. Pero, ¡sorpresa! La Iglesia Católica, después de todo,
tiene esa Verdad completa.

150. Por
último, pero no al último, el Catolicismo tiene la mas sublime
espiritualidad y vigor devocional manifestado en miles de formas
diferentes; desde el ideal monástico, al heróico celibato del clero y de
religiosos y religiosas; los hospitales Católicos, la nítida santidad
de un Tomás a Kempis o un San Ignacio con sus grandes libros
devocionales; infinidad de santos –tanto canonizados como desconocidos;
los primeros mártires, un San Fransisco de Asis; os eventos en Lourdes y
Fátima; el vivo intelecto y sabiduría del Arzobispo Fulton Sheen, San
Juan de la Cruz; el santo valor de un Chesterton o un Muggeridge;
ancianas y ancianos, jóvenes, adultos haciendo el Vía crucis o resando
el Rosario, atendiendo la Hora Santa,y...- la lista puede seguir y
seguir. Este ánimo devocional es inimitable en su alcance y profundidad a
pesar de muy buenas contrapartes en la espiritualidad Protestante.

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Oficio de lecturas - Martes de la semana VI - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal (Mc 8, 11-13) 16/02










Santo de hoy - José Allamano, Beato Presbítero y Fundador (+1926 dC) - 16/02










Oficio de lecturas - Lunes de la semana VI - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Si quieres, puedes limpiarme... Quiero; queda limpio (Mc 1, 40-45) 15/01










Santo de hoy - Claudio de la Colombiére, Santo Presbítero Jesuita (+1682 dC) - 15/02










Oficio de lecturas - Domingo de la semana VI - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - «Siento compasión de esta gente, no tienen qué comer» (Mc 8, 1-10) 14/02.










Santo de hoy - Cirilo y Metodio, Santos apóstoles de los eslavos (+885 dC) - 14/02










Oficio de lecturas - Sabado de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (Marcos 7, 31-37) 13/02










Santo de hoy - Eustoquia (Lucrecia) Bellini, Beata Monja que venció al demonio (+1469 dC) - 13/12










Oficio de lecturas - Viernes de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - La pureza de corazón (Mc 7, 24-30) 12/02










Santo de hoy - Eulalia de Barcelona, Santa Virgen y Mártir (+304 dC) - 10/12










Oficio de lecturas - Jueves de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre (Mc 7, 14-23) 11/02










Fiesta de hoy - Nuestra Señora de Lourdes, Advocación Mariana (1858 dC) - 11/02










Oficio de lecturas - Miercoles de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí (Mc 7, 1-13) 10/02










Santo de hoy - Escolástica, Santa virgen, hermana de san Benito (+547 dC) - 10/02










Oficio de lecturas - Martes de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Cuantos la tocaron quedaban salvados (Mc 6, 53-56) 09/02










Santo de hoy - Anna Catalina Emmerick, Beata Mística (+1824 dC) - 09/02










Oficio de lecturas - Lunes de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - La suegra de Simón estaba en cama con fiebre (Mc 1, 29-39) 08/02










Santo de hoy - Jerónimo Emiliani, Santo fundador (+1537 dC) - 08/02










Oficio de lecturas - Domingo de la semana V - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Estaban como ovejas que no tienen pastor (Mc 6, 30-34) 07/02










Santo de hoy - Rosalía Rendu, Beata Hija de la Caridad (+1856 dC) - 07/02










Oficio de lecturas - Sabado de la semana IV - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Muerte de Juan el Bautista - (Mc 6, 14-29) 06/02










Santo de hoy - Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires de Japón (+1597 dC) - 05/02










Oficio de lecturas - Viernes de la semana IV - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Envió a los discípulos de dos en dos (Mc 6, 7-13) 05/02










Santo de hoy - Águeda o Ágata, Santa virgen y mártir (+251 dC) - 05/02










Oficio de lecturas - Jueves de la semana IV - Tiempo ordinario










Consagración y Dedicación de Iglesias Católicas (Ritual Romano)










La liturgia diaria meditada - Nadie es profeta en su tierra (Mc 6, 1-6) 04/01










Santo de hoy - Juan de Britto, Santo Sacerdote y Mártir (+1693 dC) - 04/02










Oficio de lecturas - Miercoles de la semana IV - Tiempo ordinario










Como hacer una Vigilia de Oracion Catolica










La liturgia diaria meditada - «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5, 21-43) 03/01










Santo de hoy - Blas, Santo Obispo y mártir de Sebaste de Armenia (siglo IV) - 03/02










Oficio de lecturas - Martes de la semana IV - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - María presenta a Jesús en el Templo (Lc 2, 22-40) 02/02










Santo de hoy - La presentación del Señor (fiesta) - 02/02










Oficio de lecturas - La presentación del Señor. (Fiesta) - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! (Mc 1, 21-28) 01/02










Santo de hoy - Cecilio de Elvira, Santo Primer Obispo de Granada y los siete varones apostólicos - 01/02










Oficio de lecturas - Domingo de la semana IV - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen? (Mc 4, 35-41) 31/01










Santo de hoy - Juan Bosco, Santo Presbítero y Fundador - 31/01










Oficio de lecturas - Sabado de la semana III - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano y la tierra da el fruto (Mc 4, 26-34) 30/01










Santo de hoy - Columba Marmion, Beato Abad Benedictino (+1923 dC) - 30/01










Oficio de lecturas - Viernes de la semana III - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - ¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del lecho? (Mc 4, 21-25) 29/01










Santo de hoy - Bronislao Buenaventura Markiewicz, Beato Fundador (+1912 dC) - 29/01










Oficio de lecturas - Jueves de la semana III - Tiempo ordinario










Los 6 secretos que el documental de la Cienciología










La liturgia diaria meditada - El sembrador siembra la Palabra (Mc 4, 1-20) 28/01










Santo de hoy -Tomás de Aquino, Santo Presbítero y Doctor de la Iglesia (+1274 dC) - 28/01










Oficio de lecturas - Miercoles de la semana III - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Éstos son mi madre y mis hermanos: quien cumpla la voluntad de Dios (Mc 3, 31-35) 27/01










Santo de hoy - Ángela de Mérici, Santa Fundadora de las Hermanas Ursulinas (+1540 dC) - 27/01










Oficio de lecturas - Martes de la semana III - Tiempo ordinario










150 Razones por las que Soy Católico. Presentando 300 evidencias bíblicas que favorecen al Catolicismo










La liturgia diaria meditada - El que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca (Mc 3, 22-30) 26/01










Santos de hoy - Timoteo y Tito, Santos Obispos y Discípulos de San Pablo (s. I dC) - 26/01










Oficio de lecturas - Lunes de la semana III - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Síganme, y yo los haré pescadores de hombres (Mc 1, 14-20) 25/01










Santo de hoy - La conversión de San Pablo, Fiesta Litúrgica - 25/01










Oficio de lecturas - Domingo de la semana III - Tiempo ordinario










La liturgia diaria meditada - Se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer (Mc 3, 20-21) 24/01





















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