Jordania en vilo por destino de su piloto en manos de Estado Islámico

  • 2 febrero 2015




La captura de piloto Moaz al Kasasbeh ha
afectado el respaldo popular a la participación de Jordania en la
coalición internacional que combate al Estado Islámico.

La
familia del teniente Moaz al Kasasbeh ha soportado más de 40 días de
angustia desde que supo que éste había sido capturado por el grupo
autodenominado Estado Islámico (EI).
Sin embargo, la semana pasada fue la más traumática.

Los
militantes establecieron dos plazos para alcanzar un acuerdo y
amenazaron con matar al piloto jordano si el gobierno no entregaba a una
mujer iraquí a cambio de un periodista japonés.

Pasó miércoles, luego el jueves y nada ocurrió al respecto.

Pero
ahora, al parecer, el periodista japonés Kenji Goto está muerto y
Jordania espera ansiosamente por noticias sobre el teniente Kasasbeh.

Militantes
islamistas capturaron a Kasasbeh luego de que su aeronave se estrellara
en Siria en diciembre y las fuerzas militares jordanas dicen que no han
visto pruebas de que esté "a salvo y bien".

Sus familiares afirman lo mismo.

"Hasta
ahora no tenemos noticias sobre si mi hermano está vivo o no, pero
esperamos en nombre de Dios que esté vivo", me dice Jawat Kasasbeh

"Es
demasiado difícil imaginar todo lo que hemos pasado. Esperamos que Dios
nos dé el chance de volver a ver pronto a mi hermano", añade.




La esposa del teniente Kasasbeh ha manifestado su angustia en público tras su desaparición.

"No es nuestra guerra"

En
un edificio comunitario de la capital jordana, Amán, sorbiendo café
amargo y envueltos por el humo del cigarrillo, los miembros de la
poderosa familia del piloto de combate -de Karak, al sur de Amán-
aguardan por el desarrollo de los acontecimientos.

Carteles del
piloto de 26 años vistiendo su uniforme y con la leyenda "Todos somos
Moaz" están dispuestos en las paredes del lugar.

Mientras acaricia
nerviosamente una especie de rosario, el padre del piloto, Safi al
Kasasbeh, recibe políticos y figuras públicas.

El miércoles en la noche, tras una manifestación a las afueras del cercano Palacio al Hussein, se reunió con el rey Abdalá.

El monarca, según dice Kasasbeh, le aseguró que "todo va a salir bien, con la voluntad de Dios".

Kasasbeh
ha sido un fuerte crítico de la forma cómo las autoridades jordanas han
manejado el asunto, además de su política exterior.

Cuando hablé
con él, dijo que, en primer lugar, su hijo nunca debió haber sido parte
de la coalición liderada por EE.UU. que combate al EI.

"Cuando
Moaz se unió a la fuerza aérea nunca supimos que se uniría a otros
países para combatir fuera de nuestras fronteras", comentó.

"Realmente, unirse a la alianza no era algo de nuestro interés. No es nuestra guerra".




El padre del piloto, Safi al Kasasbeh, se reunió
con el rey Abdalá, quien le aseguró que "todo va a salir bien, con la
voluntad de Dios".

El que Jordania y otras
naciones árabes predominantemente sunitas se unieran a las fuerzas
internacionales en los ataques contra EI -un grupo extremista sunita- en
partes de Siria el pasado septiembre fue visto como algo muy importante
desde el punto de vista simbólico.

Pero la captura del teniente
Kasasbeh -el primer piloto extranjero en caer en las manos de los
extremistas- ha endurecido en el país las críticas de la gente a la
ofensiva militar.

La divulgación de imágenes humillantes del piloto, desnudo de la cintura para abajo causó una ira generalizada en Jordania.

"Desafortunadamente,
el sufrimiento de Moaz al Kasasbeh no está llevando las cosas por un
sendero de mayor respaldo a esta guerra contra EI", dice Rula al Farra
al-Hroob, un parlamentario jordano.

"Por el contrario, está
empeorando las cosas para el gobierno y está haciendo más difícil el
convencer a los jordanos de que, en principio, debimos meternos en esta
guerra".




El Estado Islámico quiere la libertad de Sajida
al-Rishawi (izquierda), una fallida atacante suicida presa en una cárcel
jordana bajo condena de muerte.

Opiniones encontradas

Musa
Shteiwi, jefe de Estudios Estratégicos de la Universidad Jordana, dice
que el país ya enfrenta una amenaza interna por parte de simpatizantes
del EI.

"Mucha gente ve lo que está sucediendo en Irak y Siria
como una guerra sectaria y piensa que EI está apoyando a la población
sunita en contra de las fuerza chiitas", dice.

"También EI es visto como una resistencia a la dominación de EE.UU. y de Occidente en la región", añade.

Sin embargo, Shteiwi sostiene que hay
respaldo popular a la participación de Jordania en la coalición porque
es "una estrategia preventiva" para hacer retroceder a combatientes del
EI que han ido avanzando hacia las fronteras de Jordania.

En su
esfuerzo por traer de vuelta al teniente Moaz, el gobierno jordano
ofreció intercambiarlo por Sajida al Rishawi, la fallida atacante
suicida originaria de Anbar, Irak.

Ella está en el corredor de la
muerte en Jordania tras haber sido condenada por su participación en un
triple ataque ocurrido en hoteles en Amán en 2005 y en el que resultaron
muertas 60 personas.

Rishawi tiene estrechos lazos familiares con
la rama iraquí de al Qaeda, un precursor del Estado Islámico. Tres de
sus hermanos, muertos en combates en Irak, fueron operadores de al
Qaeda.

Aunque hay un consenso general de que negociar con
terroristas puede sentar un peligroso precedente, muchos jordanos de a
pie respaldarían un acuerdo con los prisioneros.

Los últimos
acontecimientos han tenido un profundo impacto emocional y han hecho que
la lucha contra el EI parezca mucho más personal.

"Estamos muy
consternados. En cada familia sentimos a Moaz como un hijo nuestro",
dice Ahlam Sidir, un tendero en el centro de Amán.

"Condenamos la
forma brutal con que Daesh (EI) lo ha tratado. Eso nos hiere. Estamos
desesperados porque regrese a casa", concluye Sidir.



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