martes, 10 de febrero de 2015

Montesquieu, Barón de (1689-1755). » MCNBiografias.com








A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
X
Y
Z




FilosofíaLiteraturaBiografía

Montesquieu, Barón de (1689-1755).

Escritor y filósofo francés,
conocido por su título nobiliario de barón de Montesquieu, nacido en La
Brède (en la provincia francesa de Burdeos) el 18 de enero de 1689 y
fallecido en París el 10 de febrero de 1755. Fue una de las figuras más
sobresalientes de la Ilustración.

Sobre las ideas de Montesquieu
se apoyan todos los estados democráticos actuales. Gracias a su
pensamiento, hoy se admite sin discusión que, para que haya libertad,
los jueces tienen que poder dictar sentencias sin que intervengan en sus
decisiones los parlamentarios y el Gobierno.

Su estilo es claro y
directo en los ensayos y tratados. En sus obras más literarias, sabe
manejar con acierto la ironía y el humor.



Montesquieu.

Vida

Pertenecía a una familia noble en la que era tradicional que los
varones ocuparan altos cargos relacionados con la Justicia. Por eso
desde niño se le orientó hacia los estudios jurídicos (relacionados con
el Derecho y las leyes).

A los siete años se quedó huérfano de
madre, por lo que su educación estuvo a cargo de su padre, que era
magistrado (juez). En 1700 fue enviado a estudiar a una famosa escuela
situada en los alrededores de París; cinco años después, regresó a
Burdeos y empezó a estudiar Leyes.

Se licenció en Derecho en 1708,
y al año siguiente viajó de nuevo a París, con el deseo de ascender en
su carrera política y judicial. Tras la muerte de su padre, ocurrida en
1713, volvió a Burdeos y fue nombrado consejero en el parlamento de esa
región (1714).

Se casó en 1715 y, al año siguiente, heredó de un
tío suyo el título de barón de Montesquieu, nombre con el que habría de
pasar a la historia (aunque también poseía el título de barón de La
Brède).

Pronto fue conocido por su amplia cultura, que le permitió
su ingreso en la Academia de Ciencias de Burdeos (1717). Por aquel
tiempo, se dio a conocer como escritor e intelectual por medio de
algunos libros de carácter científico.

Pero la obra que le hizo famoso fue Lettres persanes (Cartas persas,
1721), publicada de forma anónima en Amsterdam. Montesquieu se había
retirado a esa ciudad holandesa para dedicarse a escribir y a realizar
estudios humanísticos, pues había descubierto que estas materias le
interesaban más que las Ciencias.


Cartas persas era una obra muy valiente y arriesgada para su
época, ya que en ella Montesquieu criticaba a las autoridades políticas y
religiosas. Pero fue un libro muy bien recibido, que le permitió
introducirse en los principales círculos intelectuales de París.

Se
decidió, entonces, a vivir sólo de sus obras literarias y filosóficas.
En 1726 dejó su cargo político en Burdeos y, ya convertido en uno de los
grandes escritores de su tiempo, fue elegido miembro de Academia
Francesa (1728).

A partir de 1728 viajó por numerosos países de
Europa, estudiando sus leyes y sus costumbres políticas. Visitó Austria,
Italia, Alemania y Holanda, y se estableció durante dos años en
Inglaterra (1729-1731).

A su vuelta a Francia, siguió escribiendo
diferentes obras, muchas de ellas basadas en los conocimientos que había
adquirido a raíz de sus viajes. En 1748 publicó L'esprit des lois (El espíritu de las leyes), obra que habría de darle fama universal. Luego colaboró en la Enciclopedia con otro trabajo de gran calidad: Essai sur le goût (Ensayo sobre el gusto).

Su obra

La obra literaria y filosófica del barón de Montesquieu es un
auténtico monumento a la Razón. Está basada en el pensamiento racional:
el autor investiga y saca sus conclusiones teniendo en cuenta sólo su
capacidad de razonar. Esto supuso en su tiempo una auténtica revolución,
pues hasta entonces nadie se había atrevido a razonar prescindiendo de
las creencias religiosas.

Su interés por todo tipo de
conocimientos y saberes le convierte en uno de los mejores ejemplos del
espíritu ilustrado y enciclopédico. Colaboró, en efecto, con ese
proyecto monumental desarrollado por los intelectuales franceses del
siglo XVIII: la Enciclopedia. En esta obra pretendían incluir
todos los conocimientos del ser humano, enfocados desde la luz que
arroja la Razón (es decir, sin tener en cuenta las creencias
religiosas).

Montesquieu viajó mucho y se interesó,
principalmente, por la política y las leyes. En la actualidad, todos los
países que se gobiernan por un sistema democrático siguen aceptando una
de sus ideas fundamentales: la independencia de los tres grandes
poderes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Una de sus principales obras es Cartas persas
(1721), una sátira de la vida en la corte y en París, donde Montesquieu
afirma que las ideas políticas y religiosas que dominan esa vida
pública están anticuadas, y propone numerosas reformas sociales y
culturales. Utiliza un recurso muy ingenioso para presentar sus
críticas: los distintos aspectos de la sociedad son contemplados por
unos personajes extranjeros, procedentes de lugares en los que son muy
distintas las costumbres y las formas de vida. Gracias a este
procedimiento, Montesquieu pudo expresar sin miedo sus críticas: en las Cartas persas, son esos personajes extranjeros los que analizan la sociedad y la política que descubren con extrañeza en Francia.


Reflexiones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos (1734)
es un estudio de la historia, las leyes y la política del Imperio
Romano. Montesquieu, como buen ilustrado, elogia los gobiernos basados
en la razón y la inteligencia, y critica a aquellos pueblos que se dejan
gobernar por las ideas religiosas.

Pero su obra maestra es El espíritu de las leyes
(1748), uno de los libros fundamentales del período conocido como
Ilustración. El escritor francés estudia las leyes de los diversos
pueblos del mundo, con la intención de descubrir las razones que han
llevado a los hombres a fijar dichas leyes. Es un ejercicio puramente
racional, bien representativo del espíritu ilustrado y enciclopédico. En
esta obra aparece la aportación más importante de Montesquieu a la
política contemporánea. Según él, es necesario que quienes juzgan (el
poder judicial), quienes gobiernan (el poder ejecutivo) y quienes hacen
las leyes (el poder legislativo) sean independientes, para que no haya
presiones de unos sobre otros.

Otras obras de Montesquieu son: Observaciones sobre la historia natural (1721), Viajes (1731) y Reflexiones sobre la monarquía universal (1734).




Autor

  • J. R. Fernández de Cano.

Montesquieu, Barón de (1689-1755). » MCNBiografias.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario